La fotografía salvó mi vida
Aunque pueda parecer exagerado, la fotografía salvó mi vida. A través de mi cámara aprendí a ver las pequeñas cosas de la vida y a encontrar belleza en lo cotidiano. Esa pasión me mueve cada día para explorar el mundo y capturar su esencia.
Siempre me ha gustado cómo Iker Jiménez cuenta que el entusiasmo es clave para la vida, ya que es lo que te hace seguir investigando. Cuando me siento falto de entusiasmo, me ayuda ver el video en el que él relata cómo los ovnis salvaron su vida, pues despertaron su vocación. De hecho, fue ese mismo sentimiento de entusiasmo lo que me llevó a descubrir mi pasión por la fotografía.
La fotografía se convirtió en mi vocación. Cada vez que salía a la calle con mi cámara, me sentía como si estuviera descubriendo un nuevo mundo. Aprendí a apreciar la belleza en las cosas más simples, a observar y capturar momentos únicos que podrían haber pasado desapercibidos para cualquier otra persona.
¿Se puede aprender una vocación?
Durante mis primeros años en la escuela de fotografía, me sentí un poco perdido y desanimado. A pesar de que siempre había disfrutado tomando fotografías, no había encontrado esa pasión y entusiasmo que había esperado encontrar. Sin embargo, con el tiempo, aprendí que algunas cosas en la vida simplemente no nacen gustándote. Al igual que la cerveza o el café, los sabores más intensos son los que tienes que aprender a amar. A nadie le encanta su primer café.
No todas las pasiones nacen de un chispazo, como le ocurrió a Iker con los ovnis. Después de terminar la escuela de fotografía, pensé que había perdido el tiempo, pero sabía que había algo que no estaba tomando en cuenta. Mi pasión no surgió durante la escuela, sino como resultado de un trabajo de investigación personal, y voluntad. Todos los días me preguntaba: ¿por qué esta foto me sobrecoge? ¿por qué esta luz me llama la atención? ¿por qué esta composición me hace sentir incómodo? Diseccioné cientos de fotografías para entender por qué cada una me hacía sentir de cierta manera. Y así, aprendí a amar la fotografía.
La fotografía salvó mi vida en muchos sentidos. Me enseñó a encontrar la belleza en lo cotidiano, a apreciar el mundo que me rodea y a descubrir mi propia pasión. Me ayudó a convertirme en una persona que puede encontrar el interés en cualquier cosa, y a disfrutar de la vida con un entusiasmo que nunca antes había imaginado.
Así que, si estás buscando una manera de cambiar tu perspectiva de la vida, te recomiendo que pruebes cosas que te llamen la atención. Es importante entender que muchas cosas pueden no gustarte al principio, pero si notas que algo despierta un poco de pasión en ti, sigue por ahí. Puede ser que sea lo que te salve la vida a ti también.
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